Índice de contenidos

Hoy haremos berenjenas rellenas facilísimo de carne, una receta muy práctica y económica. Él se encargará de la comida o la cena por ti, te recomendamos pedir el queso gratinado. Esta receta de berenjenas rellenas facilísimo funciona para la berenjena, pero puedes sustituirla por calabacín, zucchini o pimientos rellenos.

Si tienes berenjena pre procesada ahorrarás tiempo, es importante que podamos quitarle el corazón y darle forma para el relleno. Si hay que cocerlas, se puede hacer en el microondas, enjuagarlas, luego cortarles los extremos y también tenemos que cortarles el corazón, ponerles un poco de sal y aceite de oliva. Lo cocinaremos durante unos 20 minutos o hasta que esté tierno. Ahora, sí, es hora de revisar el resto de los ingredientes y el procesamiento, ¡y disfrutar de esta receta!

Berenjenas rellenas facilísimo paso a paso

1 Cortamos longitudinalmente las berenjenas, les ponemos un poquito de aceite y las metemos al horno a unos 180° durante 20 minutos aproximadamente.

2 Una vez asadas las berenjenas, las sacamos del horno y extraemos la pulpa, procurando no romper la piel ya que la utilizaremos como molde. Picamos a cuchillo la pulpa y la reservamos.

3 Mientras tanto sofreímos la cebolla, el pimiento rojo y la carne picada. Salpimentamos y añadimos la pulpa de la berenjena picada, unas cucharadas de tomate frito y queso crema para darle untuosidad.

4 Rellenamos las berenjenas con el relleno de carne picada y espolvoreamos por encima queso rallado.

Metemos al horno a gratinar y listo para comer!!!

¿Cómo deshacerse de la amargura de la berenjena?

Es el método más conocido para eliminar el amargor. Cortar la berenjena en trozos o aliñar y disponer en un bol o plato.

Agregue una capa de sal (preferiblemente sal gruesa), agregue otra capa encima y repita el proceso hasta que la berenjena se acabe.

¿Cómo evitamos que la berenjena se oxide?

La berenjena siempre debe guardarse en el refrigerador para mantenerla fresca por más tiempo. Para quitarle el sabor amargo, tenemos que trocearlo y añadirle sal por encima.

Lo dejamos durante media hora hasta que empiece a sudar y pierda ese sabor amargo. Para que no se oxide, le echamos un poco de zumo de limón.