Dificultad: Muy fácil Tiempo: … minutos Para: …personas
Diez minutos y un puñado de ingredientes. Si los tiene, entonces probablemente tenga salmón curado en su cocina. Un bocado delicioso salmón marinado receta, la receta más fácil del mundo.
Cambiarás de opinión inmediatamente. Hacer el salmón marinado receta en casa es tan fácil que no necesitas saber cómo hacerlo. Combine los ingredientes para la marinada (azúcar, sal, ralladura de limón y eneldo), cubra el salmón y déjelo reposar en el refrigerador para que ocurra la magia. Solo necesita organizarse a tiempo para que la marinada se filtre en el salmón. Todo lo que queda es coser y cantar.
Ingredientes:
- 1 cola de salmón fresco descongelado de entre 1 y 1,5 kg (2 lomos sin espinas, con la piel)
- 1 kg de sal gruesa
- 600 g de azúcar blanca
- Aceite de oliva refinado
- Limón
- Eneldo (mejor si es fresco)
- Servir: Con eneldo fresco y bayas de pimienta rosa
Preparación, del salmón marinado
Espolvorear unas gotas de limón sobre el salmón limpio. Mezcle bien la sal y el azúcar hasta que no hagan ninguna diferencia. A la mezcla de sal y azúcar le podemos añadir un poco de eneldo picado al gusto, y un poco más de pimienta molida, o una mezcla de guindillas.
Ponemos un trozo grande de papel film en el fondo de un plato hondo. Cubrir con una capa de mezcla fina de sal y azúcar, colocar encima el lomo con la piel hacia abajo y cubrir con unas ramitas de eneldo y unas pinceladas de pimienta blanca. Terminamos lo anterior con el resto de sal y azúcar.
Luego cerramos la prensa de película con el mayor cuidado posible y la llevamos al fondo. Le ponemos algo de peso (como una tabla de cortar con el frasco) para que el pescado se comprima bien.
No es necesario presionar si te gusta que se cure ligeramente. Lo metemos en el frigorífico tapado durante 36-48 horas, eliminando el líquido que suelte el salmón marinado receta cada 12 horas.
Al cabo de este tiempo, una vez curado el salmón, lo escurrimos y lo lavamos bien bajo el grifo para quitarle la sal.
Lo secamos lentamente con papel de cocina, luego con un buen cuchillo lo cortamos en rodajas finas y le quitamos la piel.
Untamos las rodajas con aceite de oliva suave (no necesariamente virgen extra, arruinaría el sabor) y eneldo picado.
Las guardamos en un recipiente hermético hasta el momento de servirlas.