Aleta de ternera rellena, es un plato de toda la vida muy fácil, vistoso y económico, perfecto para dar de comer a muchos porque la aleta no es cara y, al ir rellena con huevo y verduras, cunde mucho más.

Esta es la receta perfecta para cualquier fiesta porque puedes congelarla. También es una idea perfecta llevarlo a casa de esos familiares, porque lo normal es repartir las comidas para que no se sature, además, como no tienes que hacerlo durante el día, puedes ahorrarte porque si tienes tiempo este fin de semana, puedes prepararlo.

Luego congele la salsa y la carne juntas o por separado. Recomiendo unos buenos Tupperware y selladores al vacío, y recuerda que no debemos abusar del plástico. Úselo solo para sus necesidades.

Podrás comer uvas sin ningún problema, y ​​no tendrás que envolverte la cabeza con una manta en la cocina, porque esta carne se puede preparar con anticipación, solo debes cortarla en rodajas finas y calentar la salsa. Antes de comer, se presenta en la fuente o en un recipiente de cerámica.

La aleta de ternera es una especie de carne seca, que se encuentra en la parte inferior de las costillas, y debajo del pecho y de la espinilla, es una pieza, magra y con poca grasa y se utiliza para cocinar y sobre todo rellena.

La mejor forma es rellenarlo para que quede más rico y jugoso. Vamos a pedirle a nuestro carnicero que la prepare para el rellenar.

Se cortará sin llegar al final para que la carne se despliegue como un libro. Para que veas lo sencillo que es, lo haré paso a paso, espero ayudarte y animarte a preparar esta receta, que también nos ayudará a llevarnos el Tupperware.

Cómo preparar aleta de ternera rellena de huevo

Cuece lo huevos 10 minuto en agua hirviendo con sal, escúrrelo enfríalo con agua, pélalos y córtalos por la mitad a lo largo. Limpia, lava y trocea las espinacas.

Abre los pimientos por la mitad y límpialos.

Extiende la carne y salpimienta. Reparte por encima las lonchas de beicon,  limpias de corteza y semillas; las espinacas y, por último, los pimientos.

Pon los huevos en fila en el centro de la carne. Enrolla la carne, átala y ponla en la placa; añade la cebolla y las zanahorias peladas y troceadas, salpimienta y riega todo con un poco de aceite.

Tapa con papel sulfurizado y asa 25 minuto a 180°. Dale la vuelta a la carne vierte el vino y hornea  destapado 20 minutos.

Tritura los jugos con las hortalizas. Retira en hilo y sirve la carne en rodajas, espolvoreadas con pimienta rosa y escamas de sal y la salsa.

Córtala sin que se desmorone: Ya asada, conviene dejarla reposar un rato para que los juegos se asienten bien y coja cuerpo; luego, cortarla en rodajas  no muy fina en sentido contrario a las fibras con un cuchillo muy afilado.

 Servir.

Asa tú mismo el pimiento: En vez de utilizar piquillos, asa unos morrones y aprovecha el jugo que sueltan durante el asado para añadirlos, colado, a la salsa de cebolla y zanahoria.

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