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Toggle¿Buscas un plato como el potaje de garbanzos con espinacas y huevo que es muy reconfortante y nutritivo para los días más frescos o simplemente te apetece una receta casera llena de sabor?
El potaje de garbanzos con espinacas y huevo es una receta tradicional española que combina ingredientes sencillos para crear un guiso delicioso y muy completo.
Este potaje de garbanzos es fácil y rápido de preparar, perfecto para cualquier nivel de cocina, y te encantará por su sabor y sus beneficios nutricionales.
En esta receta paso a paso, te guiaremos para que puedas hacer un potaje de garbanzos con espinacas y huevo perfecto, desde la selección de los mejores ingredientes hasta los trucos para conseguir un sabor auténtico y delicioso.
Descubre cómo la combinación de los garbanzos, las espinacas frescas y el huevo crea un plato equilibrado, rico en proteínas, fibra y vitaminas. Ideal para una comida familiar o para disfrutar de un plato único nutritivo y reconfortante.
Sigue leyendo para descubrir cómo hacer este potaje de garbanzos con espinacas y huevo casero paso a paso, con consejos y trucos para un resultado perfecto.
¡Prepárate para disfrutar de un potaje de garbanzos, espinacas y huevo casero que se convertirá en uno de tus platos favoritos!
Ingredientes, potaje de garbanzos con espinacas y huevo
- 250 gramos de garbanzos secos (o 400 gramos de garbanzos cocidos de bote)
- 200 gramos de espinacas frescas (o 150 gramos de espinacas congeladas)
- 2 huevos grandes
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- 1 tomate maduro
- 1 zanahoria mediana
- 1 pimiento verde italiano (opcional)
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de pimentón dulce (o pimentón de la Vera)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra molida (opcional)
- Caldo de verduras o agua (si usas garbanzos secos)
Preparación, potaje de garbanzos con espinacas y huevo
Si usas garbanzos secos:
- Remojo: La noche anterior, pon los garbanzos en remojo en un recipiente grande con abundante agua fría. Asegúrate de que el agua cubra bien los garbanzos, ya que aumentarán de tamaño. Si hace calor, puedes guardarlos en el frigorífico durante el remojo.
- Cocción de los garbanzos: Al día siguiente, escurre y enjuaga los garbanzos. Colócalos en una olla grande y cúbrelos con agua fresca y un poco de sal. Añade la hoja de laurel. Lleva a ebullición y luego reduce el fuego a medio-bajo. Cocina a fuego lento durante aproximadamente 1 hora y 30 minutos a 2 horas, o hasta que los garbanzos estén tiernos. El tiempo de cocción dependerá de la calidad de los garbanzos. Si usas olla a presión, el tiempo se reduce significativamente (unos 20-25 minutos desde que sube la presión). Si durante la cocción se forma espuma, retírala con una espumadera. Reserva los garbanzos y el caldo de cocción.
Si usas garbanzos cocidos de bote:
- Escurre y enjuaga bien los garbanzos de bote bajo agua fría para eliminar el líquido de conserva. Reserva.
Preparación del sofrito y el potaje (común para ambos tipos de garbanzos):
- Prepara las verduras: Pela y pica finamente la cebolla y los ajos. Lava y pica el pimiento verde (si lo usas), la zanahoria y el tomate. Si usas espinacas frescas, lávalas bien y trocéalas groseramente. Si usas espinacas congeladas, descongélalas siguiendo las instrucciones del paquete y escúrrelas bien.
- Sofríe las verduras: En una olla grande o cazuela, calienta un buen chorro de aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla y el ajo picados y sofríe hasta que estén transparentes y empiecen a dorarse ligeramente.
- Añade el resto de verduras: Agrega la zanahoria y el pimiento verde (si lo usas) y cocina unos minutos más. Luego, incorpora el tomate picado y cocina hasta que se haya deshecho y el sofrito tenga una consistencia similar a una salsa.
- Incorpora el pimentón: Retira la olla del fuego brevemente y añade el pimentón dulce (o de la Vera). Remueve rápidamente para que no se queme y vuelve a poner la olla al fuego. Este paso es importante para realzar el sabor del pimentón.
- Añade los garbanzos y el caldo: Si has cocido los garbanzos secos, añade los garbanzos cocidos y el caldo de cocción reservado a la olla con el sofrito. Si usas garbanzos de bote, añádelos y cubre con caldo de verduras o agua (aproximadamente 1 litro o hasta cubrir los garbanzos, ajustando la cantidad según la consistencia deseada para el potaje). Remueve bien y lleva a ebullición. Luego, reduce el fuego a medio-bajo y cocina a fuego lento durante unos 15-20 minutos para que los sabores se integren.
- Añade las espinacas: Incorpora las espinacas (frescas o congeladas) al potaje. Cocina hasta que las espinacas se ablanden y reduzcan su volumen, unos 5-10 minutos. Si usas espinacas congeladas, asegúrate de que se calienten bien.
- Cuece los huevos: Hay varias formas de añadir el huevo al potaje:
- Huevo cocido: Puedes cocer los huevos aparte (unos 10 minutos en agua hirviendo para que queden duros) y añadirlos al potaje pelados y troceados justo antes de servir.
- Huevo escalfado: Crea un pequeño hueco en el potaje hirviendo y casca un huevo dentro. Cocina a fuego suave hasta que la clara esté cuajada y la yema aún cremosa. Repite con el otro huevo.
- Huevo revuelto (menos tradicional): Bate los huevos ligeramente y viértelos en el potaje hirviendo mientras remueves suavemente para que se cocinen en hebras.
- Sazona y sirve: Prueba el potaje y ajusta de sal y pimienta negra molida al gusto. Sirve caliente. Puedes añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra crudo al servir si lo deseas.

Consejos y Variaciones: del potaje de garbanzos con espinacas y huevo
- Chorizo o morcilla (no vegetariano): Si quieres darle un toque más contundente y no eres vegetariano, puedes añadir un trozo de chorizo o morcilla al potaje. Sofríelos junto con la cebolla y el ajo al principio.
- Patata: Para un potaje más espeso, puedes añadir una patata mediana troceada en dados pequeños junto con la zanahoria.
- Comino: Una pizca de comino molido le da un sabor muy rico al potaje de garbanzos. Añádelo junto con el pimentón.
- Vinagre: Algunas personas disfrutan añadiendo un chorrito de vinagre (de Jerez o de vino blanco) al potaje justo antes de servir para darle un toque ácido.
- Hierbabuena o perejil fresco: Espolvorea hierbabuena o perejil fresco picado por encima al servir para un toque de frescura.
- Potaje vegano: Para una versión vegana, omite el huevo y asegúrate de usar caldo de verduras. Puedes enriquecerlo con un poco de tahini (pasta de sésamo) al final para añadir cremosidad.