Hoy quiero compartir con ustedes una receta que nos gusta. A menudo los comemos en casa, porque son muy ligeros y dan miedo, ¡apenas llegué a tiempo para hacer fotos!

 Yo suelo hacer mucho y luego los congelo en un recipiente hermético, cuando queremos, simplemente los sacamos del congelador, esperamos 5 minutos, luego los metemos al horno hasta que se pongan de color amarillo dorado. Bueno, te lo aseguro ¡Salen unas croquetas suaves, delicadas y muy ricas!

La receta, no te mentiré, es un poco difícil. Fácil Sí, son simples, pero lleva tiempo, así que para hacerlos y hacerlos riquísimos hay que perder un poco de tiempo preparándolos, ¡pero el resultado vale la pena!

 Además, después de hornear, son más saludables. Esta vez cambié la forma de prepararlos. Por lo general, los trata primero como sustitutos del huevo y luego como pan rallado. Esta vez los empapé en leche y luego en pan rallado sin gluten, me gustan mucho porque son suaves y crujientes.

Cómo preparar croquetas veganas

Pele las patatas, córtelas en trozos y cocínelas en agua con sal hasta que estén blandas, unos 20-25 minutos. Buen drenaje.

Machaca bien las patatas con un tenedor.

Agregue margarina vegana, 2 cucharadas de leche no láctea, sal y pimienta, cebolla y ajo en polvo.

Usa una cuchara y ayuda con las manos si es necesario para hacer una bolita y repite hasta que se acabe todo el puré.

Extienda el pan rallado sobre una tabla de cortar o una superficie plana, uniformemente gruesa.

Sumerja cada bola de papa en leche no láctea y enróllela en el pan rallado hasta que esté uniformemente esparcida.

Colóquelo en la bandeja para hornear galletas y espolvoree un poco de aceite vegetal.

 Y hornear en el horno hasta que estén doradas, unos 20 minutos mas o menos, dándoles de vez en cuando  la vuelta una vez durante la cocción.

Dejar  enfriar un poco y servir tibia o al gusto.

Tips: Son crujientes y deliciosas, lo que los convierte en un aperitivo perfecto, aptos para cualquier comida.

Deliciosas albóndigas de patata o croquetas de patata veganas, no importa cómo las llamemos, pero si las haces una vez, esta será una de las recetas a las que nunca te rendirás.