Cuando preparas pimientos del piquillo rellenos de bacalao, la salsa no es un “acompañamiento”: es la diferencia entre un plato correcto y uno memorable.
Después de muchos experimentos (y unos cuantos tropiezos), descubrí que la clave está en equilibrar suavidad, acidez y textura, y ahí entran en juego ingredientes y trucos que casi nadie menciona.
Aquí te dejo mi guía definitiva: técnica profesional, sabor casero y una salsa que deja el plato listo para repetir.
Ingredientes para la salsa de pimientos del piquillo
Ingredientes principales
- 6–8 pimientos del piquillo (los que vengan rotos en la lata sirven perfecto)
- 1 puerro (solo la parte blanca)
- 1 diente de ajo
- 1 zanahoria pequeña rallada
- 1 chorrito de vino blanco seco (tipo Verdejo o similar)
- 150–250 ml de nata líquida (18% o 35%, según lo cremosa que la quieras)
- 2 cucharadas del líquido de la lata de los pimientos
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Opcionales para potenciar sabor y color
- Un chorrito de cava para una versión más fresca
- Una cucharada de bechamel de bacalao (si te sobra del relleno)
- Una punta de pimiento choricero si quieres un estilo más vizcaíno
Cómo hacer la mejor salsa para pimientos rellenos de bacalao (paso a paso)
Sofrito bicolor: piquillo + puerro
He probado a hacerlo solo con cebolla, como recomiendan muchas recetas, pero la diferencia es abismal cuando usas puerro.
El puerro da una suavidad y un dulzor mucho más elegante que la cebolla cuando la salsa acompaña pescado.
- Pocha el puerro picado muy fino con un diente de ajo.
- Añade la zanahoria rallada: equilibra la acidez de forma natural y aporta un color precioso.
- Incorpora los pimientos del piquillo troceados.
Reducción con vino blanco y control de acidez
Añade un buen chorro de vino blanco y deja que el alcohol evapore casi por completo.
Aquí notarás cómo la cocina empieza a oler “a restaurante”.
Si usas tomate (opcional), la zanahoria evitará que tengas que añadir azúcar.
Integración de nata y espesor perfecto
Incorpora la nata líquida y baja el fuego.
Un truco importante de experiencia propia: no hiervas la salsa a borbotones una vez tenga nata, porque puede cortarse en el horno.
Deja que haga un “chup chup” suave durante 10 minutos.
Si te sobró un poco de la masa del relleno, añádela aquí: funciona como un espesante perfecto y potencia el sabor a bacalao.
Triturado y colado fino para textura profesional
Tritura la salsa hasta que esté bien lisa.
Aunque tengas una batidora potente, pasa la salsa por un colador fino o un chino.
Este único paso convierte cualquier salsa casera en una salsa de restaurante, sin puntos rojos ni pieles.
Variantes de salsa según el tipo de pimiento o relleno
Salsa clásica de piquillo cremosa
La opción más equilibrada para bacalao.
Base de piquillo, vino blanco y nata → textura aterciopelada y sabor dulce-picante muy suave.
Salsa estilo vizcaína (sin nata)
Si prefieres algo más tradicional y potente en sabor:
- Cebolla pochada largamente
- Carne de pimiento choricero
- Tomate
- Vino blanco
- Caldo
Queda más rojiza e intensa.
Salsa ligera sin lácteos
Piquillo + cebolla + caldo + un poco del líquido de la lata.
Perfecta si buscas una versión más ligera.
Salsa con cava o vino espumoso
Una variación que me gusta para ocasiones especiales: aporta frescor y un punto festivo.
Trucos personales para elevar tu Salsa para pimientos rellenos (nivel restaurante)
Cómo evitar que la salsa se corte
- No subas demasiado el fuego una vez añadas la nata.
- Si vas a gratinar los pimientos, tápalos primero y destapa solo al final.
Cómo corregir acidez y potenciar el color
Mi truco infalible: la zanahoria rallada.
Reduce la acidez sin azúcar y da un color más “vivo”, evitando ese tono rosa pálido triste que a veces queda.
Cómo aprovechar el relleno sobrante para espesar
Un par de cucharadas de bechamel de bacalao en la salsa →
✔ Más cuerpo
✔ Más sabor
✔ Sin necesidad de añadir harina ni maicena
Errores comunes y cómo resolverlos al hacer la Salsa para pimientos rellenos
Salsa con pieles o grumos
Solución profesional y simple: colador de malla fina.
No hay más. Es el paso que nadie menciona y marca la diferencia.
Salsa demasiado ácida o demasiado dulce
- Ácida → zanahoria o más reducción de nata.
- Dulce → un chorrito extra de vino blanco.
Salsa demasiado líquida o demasiado espesa
- Líquida → reducir al fuego suave 5–10 min.
- Espesa → añadir un poco del líquido de los pimientos (que, insisto, es oro puro).
Cómo conservar, recalentar y servir la salsa con pimientos rellenos
El reposo que mejora el sabor un 200%
Te lo digo por experiencia:
Este plato mejora muchísimo de un día para otro.
El pimiento suelta sus jugos y la salsa se integra con el bacalao.
Qué hacer si vas a gratinar en el horno
- Calienta primero tapado para que no se separe la nata.
- Destapa solo para dorar ligeramente al final.
Preguntas frecuentes sobre la salsa para pimientos del piquillo
¿Qué nata es mejor?
La de 18% si quieres ligereza; la de 35% si quieres textura terciopelo.
¿Se puede hacer sin nata?
Sí: caldo + piquillo + reducción de vino + colado fino.
¿Cómo evitar que se corten las salsas con nata?
Temperatura baja y nada de hervor fuerte.
¿Qué vino blanco funciona mejor?
Seco y aromático: Verdejo, Sauvignon Blanc o Airén.
¿Qué hacer si quedan pieles?
Colador fino, siempre.
¿Puedo usar el líquido de la lata?
Sí. De hecho, deberías: es esencia pura de pimiento.
Mis palabras finales de la Salsa para pimientos rellenos
Esta salsa está pensada para que tus pimientos rellenos de bacalao tengan color, suavidad y un sabor redondo, evitando los errores más comunes y aprovechando técnicas reales de cocina casera profesional.
Combinando puerro, piquillo, zanahoria, vino blanco, nata y un triturado/colado perfecto, obtienes una crema que abraza el bacalao sin cubrirlo, con equilibrio y personalidad.
Si la preparas el día anterior… ya sabes: mejora un 200%.
